Son fiel creyente de que todo lo que sucede en nuestra vida tiene un propósito, las cosas no pasan por casualidad. Por ende, también creo en que todas las situaciones que se presentan en nuestra vida son un reflejo de lo que hemos sido, de nuestros pensamientos. Suele pasar que no entendemos el por qué de las cosas pero te has puesto a pensar ¿Qué te trajo a determinada situación?
Los pensamientos tienen un gran poder al igual que las palabras, es tu decisión que camino optar, aquel donde empiezas a crear tus oportunidades o ese que se queda esperando a que algo suceda. Cuando comienzas a imaginar, crear tu vida y das paso al ser consciente, todo se vuelve más sencillo de entender.

De lo que he ido aprendiendo y que me han ayudado a sobre llevar las cosas es el agradecer, puede que no todo el tiempo sea sencillo debido a que nos hemos habituado a solo agradecer en los momentos "especiales" o aquellos en donde pasa un evento agradable. Ser agradecidos tiene una gran influencia, das paso a todo, a lo bueno y a lo malo. Cuando inicias el hábito de agradecer todo, hasta lo más
mínimo, empiezas a sentirte más ligero, así como cuando eramos niños, donde todo nos sorprendía, algo similar, todo se vuelve como pequeños milagros y sí, digo milagro como algo que puede no pase, pero pasa y eso ya es la vida, un milagro. Es un recordatorio de que estas aquí y ahora por algo, este simple hecho se vuelve un milagro.

Somos más que el efecto de algo y tenemos el poder de cambiarlo, pero que complicado nos resulta salir de la rutina. La ley de causa y efecto nos explica que todo efecto tiene una causa, es decir, que si no te sientes bien en este momento es porque has decidido no sentirte bien, ya sea por tu estilo de ser o pensamientos pero de alguna manera has elegido estar ahí, así que, tu que decides ser