Te veo, sin nada, tan tuya, sin prejuicios, te observo vulnerable, bonita, sutil siendo tú, desnuda en cuerpo y alma. Así pues, tanto tiempo donde las emociones estaban contenidas, no por querer ocultarlas, sólo era falta de tiempo para ser sincera. Principalmente, contabas con ese espejo, el que ves a diario, cada día y noche, hasta que te plantaste, ya era hora de esa conversación para poder sanar, era el momento de hablar, desde el amor, fue necesario que en cada palabra existiera el perdón. 

Fué entonces que ella hablo de lo bendecida que era porque aunque la vida que había creado hasta ese momento, pruebas complicadas le tocó vivir, muchas en muy poco tiempo, entendió que gracias a eso su libreta se llenaba de historias y enseñanzas. Se atrevió a ver su belleza, honrar a quienes habían logrado dejar parte de ellos en su alma, se habló con amor, se conquistó y hasta un juramento logró hacer. 

"Desde hoy creo en mí, en mis capacidades, en el poder interno que tengo, creo en mi belleza, naturalidad y espontaneidad". 

Salió una lágrima, sin embargo les puedo jurar que luego de eso no sólo su sonrisa fue mágica, sus ojos eran tan limpios como un cristal. 

Sencillamente el alma hablo a través de su mirada. 

 amor propio.